El vecino de Abu Hanifa
Es bien conocido que Abu Hanifa rezaba todas las noches oraciones voluntarias, le gustaba
rezar y recitar el Corán. Tenía un vecino que era un alcohólico, lo que le
llevaba a cantar a pleno pulmón por las noches y recitar poesías obscenas.
Obviamente, todo ello molestaba mucho al Imam.
Sin embargo, una noche Abu Hanifa no escuchó cantar a su vecino, lo cual le sorprendió mucho. Al día siguiente, fue a preguntar por su vecino y le comentaron que había sido detenido por escándalo público y que se encontraba encerrado en la carcel.
Abu Hanifa era el imam y uno de los jueces más respetado de su época. Ello no le impidió dirigirse inmediatamente a la cárcel a visitar a su vecino. Cuando el gobernante se enteró de esta visita, y de que el motivo era la preocupación de Abu Hanifa por su vecino, mandó inmediatamente poner al vecino en libertad.
El vecino, asombrado y agradecido, fue a ver a Abu Hanifa para preguntarle por qué hizo eso por él. Abu Hanifa le contestó: "Porque tú tienes un derecho sobre mí como vecino que eres, y yo no he sido negligente en mi actitud".
El vecino, escuchando aquello, sintió un profundo arrepentimiento, pidió perdón a Allah, y dejo el alcohol para siempre abrazando el buen camino del islam para siempre.
FIN
Sin embargo, una noche Abu Hanifa no escuchó cantar a su vecino, lo cual le sorprendió mucho. Al día siguiente, fue a preguntar por su vecino y le comentaron que había sido detenido por escándalo público y que se encontraba encerrado en la carcel.
Abu Hanifa era el imam y uno de los jueces más respetado de su época. Ello no le impidió dirigirse inmediatamente a la cárcel a visitar a su vecino. Cuando el gobernante se enteró de esta visita, y de que el motivo era la preocupación de Abu Hanifa por su vecino, mandó inmediatamente poner al vecino en libertad.
El vecino, asombrado y agradecido, fue a ver a Abu Hanifa para preguntarle por qué hizo eso por él. Abu Hanifa le contestó: "Porque tú tienes un derecho sobre mí como vecino que eres, y yo no he sido negligente en mi actitud".
El vecino, escuchando aquello, sintió un profundo arrepentimiento, pidió perdón a Allah, y dejo el alcohol para siempre abrazando el buen camino del islam para siempre.
FIN
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